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VENTA DE ÁMBAR, SIN CONTROL, PROVOCA PÉRDIDA DE INFORMACIÓN


Redactado por: adriana bravo
agosto 26, 2016 , a las 1:22 am

Tuxtla Gutiérrez, Chis.- Gerardo Carbot Chanona, investigador del Museo de Paleontología de la Secretaría del Medio Ambiente e Historia Natural (Semahn) advirtió que la comercialización desmedida del ámbar en Simojovel provocará una pérdida importante de información.

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En entrevista, aclaró que una gran parte de la resina fósil formada hace 23 millones de años contiene inclusiones biológicas, “entonces se pierde inmensidad de organismos, quizá muchos de ellos nuevos para la ciencia, los cuales nunca conoceremos porque son comercializados, están en colecciones privadas y en manos de extranjeros”.

Especificó que el ámbar no debería venderse, de acuerdo con la ley federal a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), “pues antes tendría que pasar por una regulación, para que no se vaya toda esa información tan valiosa”.

En realidad, puntualizó, es difícil saber cuánto material de ese tipo queda, una porque la orografía de las zonas de los Altos, donde aflora, es compleja, y no se sabe en dónde puede haber más, “y otra de las cosas es que depende del yacimiento, si éste tiene poco o mucho”.

Hace algunos años, recordó, el Servicio Geológico Mexicano (SGM) efectuó algunos estudios para estimar cuánto había, “pero se me hace muy subjetivo, y otra de las cuestiones es que no sólo Simojovel tiene, sino en municipios aledaños como Huitiupán, Pueblo Nuevo, además de Malpaso, Totolapa e incluso de yacimientos nuevos en Palenque”.

Sin embargo, refirió que en estos últimos lugares se explota poco, a pesar de que en Totolapa fue el primer lugar en donde se detectó ámbar, “y lo más sorprendente es que sólo dos personas se dedican a extraerlo”.

El desinterés se debe, argumentó, a que dichos sectores basan su economía en otros rubros como la agricultura o la ganadería, “y le sumemos que no ha habido ese legado para que se trabaje el ámbar como en Simojovel, en donde familias enteras se dedican a ello”.

Además, aclaró que otra situación sería el rechazo a la minería, “pero también hablamos de otras circunstancias, pues en Simojovel los cerros están expuestos, mientras que en Totolapa es diferente, porque no hacen hoyos, sino que van comiéndose el cerro, además de que hay ciertas restricciones de la población”.